Oaxaca y Veracruz son los estados con más proyectos eólicos y de biomasa respectivamente, mientras que Sonora, Chihuahua y Durango son los estados con más parques fotovoltaicos. Todos ellos, fuentes de energías renovables.

Articulo publicado en el portal de forbes.com.mx

México es el cuarto productor mundial de electricidad a partir de energía geotérmica y se ubica entre los tres países más atractivos del mundo para invertir en energía solar y eólica, por lo que ya cuenta con más de 230 centrales en operación y construcción para la generación de electricidad a través de energías renovables.

El país busca satisfacer sus necesidades energéticas y disminuir las emisiones de contaminantes, por lo que ha elevado la apuesta para reducir el uso de combustibles fósiles, sumando acciones como la segunda subasta de energía para 2019 y la reciente reforma energética, para lograr que el 35% de su energía proceda de fuentes renovables en el 2024.

La inversión estimada dentro de los próximos 15 años es de 119 mil 431 mdd, con lo que ProMéxico ha confirmado que este sector es el segundo con mayor inversión después del automotriz, al atraer del extranjero 47 proyectos multianuales desde 2008.

Oaxaca y Veracruz son los estados con más proyectos eólicos y de biomasa respectivamente, mientras que estados como Sonora, Chihuahua y Durango son los estados con más proyectos de instalación de parques fotovoltaicos. Sin embargo, para aprovechar la oportunidad latente en estas entidades, es necesario tomar en cuenta diversos factores en materia logística y aduanera.

Generalmente, la mercancía empleada para la generación de energía eólica es muy voluminosa, con dimensiones y pesos que superan los límites de los transportes normales y su tiempo de tránsito es paulatino, al ir de un continente a otro por mar y/o tierra, de manera que la coordinación logística que envuelve a cada proyecto resulta única.

En México, es necesario realizar sofisticados procesos de ingeniería y trazados de ruta para un transporte óptimo. Muchos destinos poseen infraestructuras marítimas o terrestres poco acondicionadas para cargas sobredimensionadas o con sobrepeso y las rutas suelen coincidir con cruces por comunidades locales y climas cambiantes, por lo que el envío se efectúa en tránsitos más largos de lo habitual.

Además, al llegar a territorio mexicano, es preciso asegurar que los productos importados cumplan con las regulaciones necesarias, por lo que se requiere la asistencia de verdaderos expertos para verificar la utilización de programas sectoriales que permitan un ahorro en los costos, como es el caso del acero (PROSEC), durante la importación de los componentes utilizados en un parque solar.

 

México, terreno fértil para energías renovables. ¿Qué está haciendo bien?