En diversos foros y en diversos momentos del calendario electoral los aspirantes presidenciales han destacado como su prioridad la disminución, e incluso de manera más temeraria la eliminación de la pobreza, sin embargo, no han logrado esbozar con detalles los “cómos”.

Expertos y analistas políticos que se aglutinan en el organismo ciudadano “México ¿cómo vamos?” han realizado parte del trabajo, ahora solo resta que los candidatos volteen la mirada hacia las propuesta y conceptos que han venido trabajando.

“México requiere más inversión en infraestructura”, ahí está la clave, pero el análisis va más allá y especifica que la inversión debe darse primordialmente en infraestructura de transporte e infraestructura de energía.

En algunos casos en donde se ha logrado disminuir significativamente los niveles de marginación –señaladamente el estado de Nuevo León- es una constante una buena logística, así como su relación con la economía moderna y  los mercados internacionales.

La disponibilidad de gas natural en el país es uno de los recursos en los que deben enfocarse las baterías de los gobiernos, por medio de la construcción de infraestructura para su transportación.

«En México los estados más pobres del país no tienen gasoductos. Sin gas es muy difícil crear una industria competitiva. A pesar de que se duplicaron en este sexenio, aún se está muy por debajo, por ejemplo, de lo que tiene Texas», señaló en su momento el presidente de consejo, Luis de la Calle.

Es claro que implementar infraestructura en el país requiere mejorar algunos procesos como la planeación, preparación, actualización del marco legal, así como el proceso de adquisiciones para proyectos que usan fondos públicos.

Se trata de un cambio en la cultura, con el desarrollo de profesionistas con liderazgo y capacidad de mejorar la ejecución de proyectos, en medio de un entorno del cual se haya erradicado la corrupción.

A este escenario resulta obligado agregar como materia indispensable la construcción de plataformas digitales, una de las conclusiones a las que se llegó tras el Foro Económico Mundial,  para poner a disposición de la población los datos sobre el avance de los proyectos en ejecución, de manera clara, sencilla y amigable.

Si todo esto ocurre, debe buscarse como objetivo primordial que los ciudadanos entiendan de manera clara que la creación de infraestructura producto de una adecuada planeación y de calidad es en beneficio suyo.