Expansión informó que el gobierno ha prometido «rescatar» la producción local de diversos granos y oleaginosos, que hoy México debe importar para el consumo que necesita, específicamente del maíz amarillo y diversas variedades criollas. Sin embargo, hay otros sectores que aportan más valor al campo mexicano: el hortofrutícola y el pecuario.

De acuerdo con un estudio de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), el sector hortofrutícola —naranja, tomate, chile verde, limón, plátano y aguacate, entre otros— prevé cerrar 2019 con una producción de 41.93 millones de toneladas en una superficie de 2.13 millones de hectáreas, y un valor de 14,163 millones de dólares. Esta actividad presenta la balanza con el superávit más alto.

“¿Qué hay que hacer con este sector ganador? No olvidarnos de él. La apertura comercial es importante, por lo que siempre hay que mantener los mercados abiertos, presupuestos selectivos, sanidad e inocuidad”, comenta Juan Carlos Anaya, director de GCMA.

En el caso del sector pecuario —porcino, bovino y leche—, la producción para el cierre de año está prevista en 23.17 millones de toneladas y un valor estimado de 26,047 mdd, pero con un déficit comercial de 2.9 mdd.

Por su parte, los granos y oleaginosas presentarían un déficit de 6.5%. “En los granos, se necesita organizar a los productores, fortalecerlos con semillas mejoradas (que no es lo mismo que transgénicos), administrarlos, averiguar dónde están las ventajas comparativas, meter al sur-sureste en la tecnificación”, dice Anaya.

Cultivos exitosos

México es el décimo productor mundial agropecuario y contribuye con el 1.7% de la demanda mundial. Las principales potencias en este rubro son China, Estados Unidos y la Unión Europea.

Entre los principales cultivos de México destaca el jitomate, que pasó de 1.38 millones de toneladas en 1994, cuando comenzó el TLCAN, a 3.42 millones de toneladas en 2018, gracias a la apertura de los mercados y el impulso de las exportaciones. Canadá, el noveno importador mundial de la hortaliza, es ahora una oportunidad para impulsar el volumen de esta actividad.

El aguacate es otra fortaleza: subió de 0.8 millones de toneladas en 1994 a 2 millones en 2018. México es el primer productor mundial de este cultivo, y su principal mercado de exportación es Estados Unidos, con más del 80% del total.