Por Jesús Bravo

El presidente ejecutivo y cofundador de Twitter, Jack Dorsey, mediante una serie de publicaciones en su red social aseguró que la decisión tomada por su compañía de suspender la cuenta oficial del aún presidente de los Estados Unidos Donald Trump, había sido la decisión correcta ya que sus declaraciones por esta red social habían derivado en los hechos violentos que se suscitaron en el Capitolio que dejaron un saldo de cinco personas muertas.

A su vez, el ejecutivo reconoció la incapacidad de Twitter para promover las conversaciones sanas entre sus usuarios, tomando la suspensión de la cuenta con 88 millones de seguidores de Donald Trump como una medida excepcional a sus políticas como empresa, debido al daño causado por las declaraciones del presidente americano.

La suspensión indefinida de la cuenta de Trump generó críticas de simpatizantes del partido republicano que vieron esto como un golpe directo a la libertad de expresión, por lo cual Dorsey escribió: “Tener que tomar estas acciones fragmenta la conversación pública. Nos dividen. Limitan el potencial de aclaración, redención y aprendizaje. Y sienta un precedente que considero peligroso: el poder que un individuo o corporación tiene sobre una parte de la conversación pública global.”

De acuerdo a sus declaraciones Twitter deberá hacer cambios sustanciales en su forma de operar el contenido que generan los usuarios para evitar que vuelvan a suceder situaciones similares de censura, esto lo dejó claro tuiteando: “Sí, todos debemos analizar críticamente las inconsistencias de nuestra política y aplicación. Sí, debemos analizar cómo nuestro servicio podría incentivar la distracción y el daño. Sí, necesitamos más transparencia en nuestras operaciones de moderación. Todo esto no puede erosionar una Internet global libre y abierta.”

Al igual que el cofundador, personas del medio político internacional como la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente Andrés Manuel López Obrador reprobaron las acciones tomadas por la empresa ya que esas restricciones van en contra de la libertad de expresión.