Los últimos cinco incrementos al salario mínimo lo han impulsado a tal grado de acercarse al resto de los sueldos, al menos los de nivel de entrada en las empresas del país. Esta cercanía que empieza a tener la remuneración básica con la ofrecidos para puestos operativos se ha convertido en un desafío para las compañías y su competitividad en materia de talento.

De acuerdo con un análisis de Mercer, en 2019 los sueldos de nivel de entrada en las empresas eran en promedio 56% superiores al salario mínimo; en 2023 esa brecha se ha reducido al 26 por ciento. Esto se debe en buena medida a que el referente base ha tenido un crecimiento de 168% en este período, mientras que el resto de las remuneraciones operativas apenas han crecido 11 por ciento.

La presente administración ha puesto en marcha una política de recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo, la cual ha llevado a este referente de 88.40 a 207.44 pesos por día en los últimos cinco años a nivel general, y a 312 pesos diarios en la Zona Libre de la Frontera Norte.

De esta manera, el sueldo mensual mínimo pasó de 3,080 a 6,210 pesos entre 2019 y 2023. Los salarios promedio de entrada que ofrecen las empresas, por su parte, aumentaron de 7,067 a 8,412 pesos mensuales en el mismo tiempo.

“Seguramente para varias organizaciones el salario mínimo ya está acercándose a sus niveles de entrada en su estructura salarial. Entonces, para poder ser atractivos y competitivos en el mercado, sí tenemos que empezar a revisar los tabuladores, porque puede ser que hasta este mismo salario mínimo ya haya alcanzado a puestos de entrada e incluso con algunas posiciones de supervisión o vendedores senior, y tenemos que hacer algo al respecto”, apuntó en conferencia de prensa Claudia Rodríguez Santoyo, líder de Productos de Carrera de Mercer México.

Según los datos recabados por la firma, en el último año se duplicó el número de trabajadores que perciben el salario mínimo en las empresas, esto no significa que se haya reducido la compensación, sino que el sueldo que ya tenían quedó al nivel de la remuneración básica debido al incremento para 2023.

“Urge revisar nuestras estructuras salariales, porque cuando analizamos la información, vemos posiciones donde la diferencia es mínima entre el puesto de entrada y el salario mínimo. El comportamiento de doble dígito del salario mínimo los vamos a seguir viendo”, dijo la especialista en el marco del webinar Compensación competitiva México 2023.

La revisión de los niveles salariales de entrada es importante para evitar la alta rotación de personal que se observa en algunas industrias, especialmente en puestos operativos, subrayó.

Para este año, según el sondeo de Mercer, las empresas prevén un incremento salarial de 7.3% en promedio, lo que representa un crecimiento de casi un punto porcentual en comparación con el ajuste medio observado el año pasado.

“La inflación no es la única que influye para determinar un incremento salarial, hoy en día las empresas toman en cuenta varios factores, y quizá el más importante es la posición en el mercado donde se compite por el talento. Eso influye mucho en los ajustes, porque al final del día, hay una competencia”, indicó la especialista.

El año pasado sólo el 9% de las empresas otorgó incrementos salariales adicionales para compensar los altos niveles de inflación, el segundo ajuste que llegó a realizar una minoría de las compañías fue de 4.8% en promedio.

México, con los salarios estancados

De acuerdo con un reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el año pasado México fue la única economía emergente del G20 que exhibió salarios reales promedio por debajo de su valor real en 2008.

Aunque nuestro país muestra una tendencia de recuperación, en buena medida impulsada por los incrementos al salario mínimo, las remuneraciones en México aún se encuentran 7% por debajo de su valor real de hace 15 años, refiere el organismo en su Informe Mundial sobre Salarios 2022-2023: El impacto de la inflación de la Covid-19 en los salarios y el poder adquisitivo.

El año pasado, pese a que se observaron ajustes salariales no vistos desde el 2001, la inflación generó la peor caída en casi tres décadas de las remuneraciones del personal sindicalizado en la jurisdicción federal, según cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

En 2022, aunque las revisiones salariales se tradujeron en un incremento nominal de 6%, el alza a los precios de bienes y servicios generó un aumento real de -1.84%, la cifra más baja desde 1996.