En México, el 38% de los puestos de alta dirección están ocupados por mujeres, un aumento de cinco puntos porcentuales respecto al 33% del 2022, revela el estudio “Mujeres en los negocios 2023: Los avances hacia la paridad”, realizado por de Grant Thornton.

Esta valuación coloca a México en el numero 11 en el ranking de países con mayor porcentaje de mujeres directivas y el primero en América Latina. El segundo lugar en la región lo ocupa Argentina con 29 por ciento; sin embargo, a nivel mundial cae al número 25.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, el reporte señala que los países con más mujeres en puestos directivos son Singapur y Filipinas, ambos con 49% de mujeres, seguido de Sudáfrica con 41%, Malasia e irlanda con 40 y Australia con 39 por ciento.

En tanto Estados Unidos solo tiene una representación del 31%, Canadá del 39% y España del 38%, el mismo porcentaje que México.

Los avances son lentos

Sin embargo, el informe señala que los avances son lentos. A nivel mundial sólo se tuvo un incremento de medio punto porcentual, pues este año se registró que 32.4% de los puestos de alta dirección son ocupados por una mujer.

Este porcentaje de mujeres directivas en empresas de mercado medio presenta solo un aumento de 13 puntos porcentuales desde la primera vez que se realizó el estudio en 2004, si el ritmo continúa como hasta ahora, en el 2025 las mujeres solo ocuparán el 34% de los puestos de alta dirección.

“Se pensaba que el objetivo del 30% era un punto de inflexión que desencadenaría una acción acelerada hacía lugares de trabajo más equilibrados entre géneros. Se ha visto un cambio gradual desde que las empresas del mercado medio del nuestro estudio alcanzaron el 30%, está claro que ahora debemos actuar con más determinación para aprovechar todas las ventajas del aumento de la diversidad”, destaca Beatriz Guerra, socia encargada de la práctica de Precios de Transferencia en las oficinas Guadalajara y de la publicación del estudio en el país.

Para acelerar la presencia de mujeres en puestos directivos las empresas requieren tomar medidas conscientes para acelerar el progreso, formar equipos diversos, crear programas de mentoría, coaching, desarrollo de líderes y bienestar.

Guerra dice que las presiones externas relacionadas con los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) exigen la creación de nuevas estrategias y equipos diversos. “Si una empresa no consigue demostrar que es diversa, tendrá dificultades para captar capital”.

Flexibilidad laboral

La pandemia llevó a las empresas a conocer los beneficios del home office y el trabajo flexible, de acuerdo con el estudio de Grant Thornton esta forma de trabajar fomenta el aumento de mujeres en puestos directivos.

Así, las empresas que tienen modelos flexibles, híbridos y basados en el teletrabajo tienen los niveles más altos de mujeres en puestos de alta dirección. En las compañías que apuestan por modelos híbridos el 34% de los altos directivos son mujeres, mientras que en las organizaciones totalmente flexibles, donde los empleados eligen cómo trabajar, el porcentaje es del 36 por ciento.

Sin embargo, en las empresas con modelos basados principalmente en el trabajo presencial, solo el 29% de los altos directivos son mujeres.

“Es decir, cuanto más flexible es un entorno de trabajo, más mujeres acceden a sus puestos directivos”.

Cómo impulsar la paridad de género

Para continuar avanzando se debe aprender de las experiencias y errores, a fin de garantizar un compromiso a largo plazo. Por ello, Grant Thornton recomienda cinco acciones.

  1. Ofrecer flexibilidad: adoptar un enfoque híbrido o flexible, siempre que sea posible, para crear un entorno que aumente la diversidad entre los equipos de alta dirección. Asimismo, es fundamental combinar este enfoque con una cultura de apoyo y comprensión.
  2. Tener una actitud más resuelta: acelerar y supervisar las iniciativas diseñadas para fomentar una mayor diversidad en la alta dirección, incluidos los programas exclusivos para mujeres.
  3. Transparencia y ambiente enriquecedor: los programas de bienestar y mentoría para orientar a las empleadas hacia la alta dirección deben combinarse con una mayor transparencia en las vías de acceso a estos puestos.
  4. Actuar con conocimiento de causa: las empresas que exigen el regreso a la oficina deben plantearse el efecto que tendrá en la diversidad, así como entender las consecuencias imprevistas.
  5. Supervisar y ajustar: debemos tratar de evitar los efectos negativos del teletrabajo, así como comprender las desventajas que puede suponer para así solucionarlas.

A pesar de que el porcentaje de mujeres en puestos de alta dirección aumentó ligeramente, el estudio muestra una expansión considerable de la presencia de mujeres de CEO, dirección general y dirección de información.