A pesar de su estado crítico de salud, González Jr. aseguró que Cepillín quería seguir luchando por recuperarse: “Por todos él quería salir adelante; le echó todas las ganas.”, relató. Hasta el momento, la familia del artista no ha brindado detalles respecto a su sepelio.

De igual manera, el actor de doblaje, Lalo Garza, expresó sus condolencias y describió a Cepillín como el pasado más famoso de México.

“Se nos fue una leyenda. El pasado más famoso de México… un hombre que marcó a más de cuatro generaciones. Un hombre que amaba a los niños, un gran padre y un gran mexicano. Descanse en paz Ricardo González, #Cepillín. Hoy, “en la feria de Cepillín están de luto”, expresó mediante el mismo medio

El “payasito de la tele” se había sometido a una operación de más de siete horas el pasado 27 de febrero por un dolor severo de espalda, sin embargo, tras su intervención, presentó neumonía y deficiencia cardiaca, obligándolo a reingresar de emergencia al Corporativo Hospital Satélite en la tarde del domingo.

“Esto se da después de una operación tan fuerte que tuvo y es a lo que siempre le teníamos miedo nosotros por su antecedente de infartos y demás. Ojalá y pueda salir adelante, están haciendo todo lo posible por mejorarle su ritmo cardiaco y lograr contener esta neumonía”, declaró González Jr. a El Universal en aquella ocasión.

Horas después de su reingreso, el también payasito informó a la prensa nacional que se había detectado tejido con cáncer durante la operación de su padre, no obstante, no podría someterse a tratamiento de quimioterapia o radioterapia hasta que saliera del cuadro clínico.

“Cuando el hospital hace la operación ve un tejido con cáncer; o sea tiene linfoma. Entonces eso le bajo el sistema inmunológico a mi papá y por esa razón lo tuvieron que meter a terapia intensiva”, declaró Cepi ante los medios de comunicación.

Ricardo González Gutiérrez, nombre de pila de Cepillín, nació un 7 de febrero de 1946 en Monterrey, Nuevo León. A pesar que fue odontólogo por profesión, su vocación de payaso surgió poco a poco cuando comenzó a pintarse el rostro de tal manera que a los niños no les diera temor ir con el dentista.

Fue así que el arquitecto, Héctor Benavides, lo llamó a participar con niños en un programa de televisión en el cual duró seis años, de 1971 a 1977, hasta que viajó a la Ciudad de México.