Una trabe de la Línea 12 se quebró mientras un tren circulaba sobre ella, entre las estaciones Olivos y Tezonco. Dos vagones cayeron del viaducto elevado sobre la Avenida Tláhuac y aplastaron, al menos, un vehículo. Los hechos se registraron alrededor de las 22:30 horas.

Rescatistas usaron escaleras para sacar a los heridos de los trenes que quedaron en vilo. Al cierre de esta edición ya no quedaban personas vivas por poner a salvo.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, acudió al lugar y confirmó un saldo preliminar de 23 muertos, entre ellos niños, así como 65 heridos, siete de ellos graves. De todos ellos, 38 ya habían sido identificados.

Pidió no especular sobre las causas del desplome y adelantó una inspección estructural al resto de la L12, que quedó fuera de servicio, para descartar riesgos.

Personas que se encontraban en las inmediaciones primero corrieron para ponerse a salvo y posteriormente se acercaron al lugar para intentar ayudar a los afectados.

Enseguida comenzaron a llegar los servicios de emergencia y ante la magnitud de los hechos se habilitó el estacionamiento de una plaza comercial contigua para el aterrizaje y despegue de helicópteros del Agrupamiento Cóndores, además, un carril de Avenida Tláhuac funcionó para apresurar los vehículos de emergencia.

Al lugar llegaron elementos del Ejército Nacional y la Guardia Nacional, además de las diversas corporaciones de la Ciudad de México e incluso del Estado de México.

También acudió la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, acompañada de los secretarios de Seguridad Ciudadana, Movilidad, Obras y Servicios, y Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, así como la directora del Metro y la fiscal general.