Gerardo Ruiz Esparza, Secretario de Comunicaciones y Transportes

 

La inversión en infraestructura es un factor central en el desarrollo económico y social de cada nación, toda vez que potencia la eficiencia de la inversión pública y privada en la economía, facilita el funcionamiento eficaz de los mercados y apoya el crecimiento equilibrado de sus distintas regiones.

 

Extracto de artículo publicado en
El Financiero el 9 de noviembre

 

Corea del Sur es un ejemplo exitoso de la relevancia de la planeación de infraestructura a largo plazo. Ha logrado convertir su estrategia logística en el motor de su economía y en centro logístico de primera línea.

Actualmente, de la infraestructura sudcoreana, la economía número 11 en el mundo, destacan dos modernos puertos, Busan e Incheon que atienden a más del 60% del PIB; el de Busan es el 5° puerto mundial de carga planeado desde 1995. El aeropuerto internacional de Incheon (Seúl) es considerado entre los más modernos y concurridos del mundo. Estos impresionantes desarrollos de infraestructura no son fortuitos.

De acuerdo a la CEPAL el modelo de desarrollo de infraestructura de Corea del Sur impulsado en las últimas cuatro décadas, es sinónimo de planes de largo plazo, políticas de Estado independientes de los vaivenes políticos o económicos, en el que el Estado orienta las inversiones y regula al sector.

En México también tenemos claros ejemplos de obras transexenales como son los casos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, el Nuevo Puerto de Veracruz, la Red Compartida de Telecomunicaciones, el Programa México Conectado entre otros, pero el marco legal actual los hace estar sujetos a vaivenes sexenales.

Otros ejemplos relevantes de estas obras serían los trenes de pasajeros, los libramientos ferroviarios, los túneles de doble o triple estiba para trenes de carga, ampliaciones de puertos y aeropuertos, así como de ejes troncales carreteros, transporte masivo, etc.

Tanto la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) como otros actores claves del sector comunicaciones y transportes coinciden en esta prioridad que permita una planeación a largo plazo, con certidumbre y bases legales que exijan la continuidad de los desarrollos en razón de su importancia económica estratégica.

Por ello sería necesario que la ley de planeación vigente así como el sistema presupuestario del Gobierno Federal, incorporen el enfoque de desarrollo logístico a mediano y largo plazos.

Esta legislación permitiría contar con una normatividad moderna y en sintonía con las exigencias de desarrollo estratégico del país en cuestión de infraestructura, de conectividad por tierra, mar, aire y telecomunicaciones.