Julio Fentanes

Luego de que violentos manifestantes extremistas que apoyan al actual Presidente Donald Trump en su llamado a no dejarse robar la elección, entraron por la fuerza al Capitolio, en Washington se ordenó toque de queda y se pidió a la Guardia Nacional poner orden. Se reporta un herido de bala.

El Presidente electo Joe Biden, le pidió a Donald Trump que llamara a la paz, al decoro, a la sensatez y tolerancia a sus seguidores, que parara lo que consideró una insurrección y trasgresión a la Constitución.

Al mismo tiempo, desde la Casa Blanca, sin soltar el discurso de que le robaron la elección, el todavía Presidente Trump, les pidió a sus fanáticos regresar a su casa y no salir lastimados por la policía.

Se que están dolidos y lastimados por una elección robada, todos los sabemos, pero tienen que irse a casa ahora, tenemos que tener paz, orden y respeto, la gente encargada de imponer la ley no quiere que haya gente lastimada, es un momento muy difícil y nadie quiere que eso pase, fue una elección fraudulenta, pero no podemos estar jugando a las manos con estas personas, vayan a casa, los queremos, vean como están siendo tratados, se cómo se sienten, vayan a casa en paz, les dijo el Ejecutivo federal.

Esta mañana el mismo Trump encabezó una manifestación arengando a sus seguidores a que no se dejaran robar la elección, cientos de sus fanáticos armados y peligrosos, fueron los que acudieron a su llamado y tomaron por asalto el Capitolio, para interrumpir la sesión de Senadores y Congresistas donde deberían certificar el triunfo de Joe Biden para que tome posesión el próximo 20 de enero.

El Presidente electo, explicó en un mensaje un par de horas después de que iniciaron las protestas, que el proceso de certificación de los votos es un rito sagrado para confirmar la democracia del gobierno estadounidense, pero hoy es un doloroso recordatorio de que la democracia es frágil y necesita líderes con la voluntad de ir por el bien común y no buscar intereses personales a cualquier costo.