La reforma para la subcontratación, presentada por el ejecutivo federal en noviembre pasado y recientemente aprobada por el Congreso, ha generado incertidumbre entre los líderes del sector obrero y empresarial. La reforma acotará la subcontratación: una empresa ya no podrá contratar, a través de un tercero, empleados que realicen labores relacionadas con el core del negocio. Por ejemplo, un fabricante automotriz no podrá subcontratar a alguien para las labores de manufactura en planta.

Desde que se presentó la iniciativa, en noviembre de 2020, los especialistas laborales y representantes de asociaciones empresariales se han posicionado en contra ya que, argumentan, el outsourcing es una figura legal que se ha usado en otros países para agilizar los procesos de contratación, sobre todo, en empresas que no cuentan con la infraestructura para hacerlo.

Pero en México algunas empresas aprovecharon los huecos legales para evadir el pago de impuestos subcontratando a sus empleados. Hoy, seis de cada diez trabajadores mexicanos no cuentan con seguridad social, aguinaldo, prima vacacional, ni ninguna otra prestación de ley.